Montaña plateada
En el impávido amparo de un claro de luna,
se erige majestuosa y soñante
susurrando en el alba menguante
de una aurora invernal
Cual Minerva revestida
de un inmaculado manto congelado,
suave como el marfil abnegado,
levanta a los futuros condenados
prisioneros de tu errática belleza
Cortejando y desafíando
a viajeros extasiados de halos misteriosos;
álgidos ginetes de nieve
que esperan llegar hasta la cúspide injerta,
condensada en ésta atmósfera eléctrica;
pura mágia suspendida
Donde la tierra se funde con tu gloria,
ángeles de hielo realizan la vigilia
a tu eterna naturaleza primitiva;
montaña plateada, ¡quiero que seas mía!,
si no vienes a mí, ¡yo iré por tí!,
en un beso de medianoche
sobre la pendiente de tu filo romántico
Eminencia solitaria cristalizada
sacrificada a la espera,
donde descanza el intenso cielo azur,
espíritus vociferantes en la brisa ida
lloran navegando en una lluvia de líridas
porque saben que no podrán tener tu vasta vida
Dama esculpida;
antiguos ríos profetizan tu semblanza,
desembocando en el estero luminoso
donde se impregna tu imponente belleza,
reluciendo tu deseo en un aire de mística densidad
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