Monólogos de madrugada

2023 Sep 18
Poema Escrito por
G.Zamudio

Cero y cincuenta y dos de la mañana y aquí estoy, en el círculo vicioso que me impide el sueño. Pensándote más de la cuenta y escribiéndote sin que me leas.
Dicen que entre las cosas más tristes de la vida se encuentra el extrañar sin ser extrañado y el querer sin ser querido. Y eso, a final de cuentas termina pasándonos a todos. Todos hemos sido víctimas de esta pésima inversión.
Todos tenemos ese amor imposible de infancia, de verano, de distancias o de instantes que termina volviéndonos locos. Ese amor que no pasa de la primera línea, y esa primera línea que nunca dejamos de recordar, a veces imaginando la siguiente; otras, intentándola borrar inútilmente.
Todos nos enamoramos alguna vez de alguien que no puede ser y no será, ese amor que sin nacer nos marca para toda la vida. Esa marca que muchas veces hará que nos pregunten “¿En qué piensas?” y nosotros respondamos con una mentira diciendo “nada”, sabiendo que, en ese momento, estamos pensándolo todo. Todo lo que pudo ser y no fue, ni es, ni será.
Y muchos de nosotros somos así: nos enamoramos sólo de amores imposibles, apostamos a causas perdidas y perdemos la cordura sin razón. Tal vez somos así porque nos gusta vivir enamorados sin ser correspondidos. Nos enamoramos más del amor que de la persona y buscamos algo que dure para toda la vida, y ¿Qué dura más que un amor imposible
A veces fingimos que ya lo olvidamos, pero eso pocas veces es cierto; luego nos encontramos a nosotros mismos pensándolos en silencio, torturándonos con su recuerdo y asfixiándonos con todas las palabras que pudimos haber dicho y no lo hicimos. Esas palabras que después reciclamos con otras personas sin verdaderamente sentirlas, pero que, cansados de guardarlas para ese amor no correspondido, las gastamos a la primera oportunidad.
Así de puta es la vida, que nos hace enamorarnos de la persona correcta en la situación equivocada, en la distancia incorrecta o el tiempo imperfecto. Así de tontos somos nosotros, que no sabemos ponerle un punto final al amor, y nos dejamos arrastrar por él hasta que nos rompe en dos, tres o miles de pedazos.
Pero no todo en los amores imposibles es tristeza. A veces los amores imposibles nos parten y se roban para siempre un pedazo de nosotros, llevándose con ellos nuestra peor mitad. Un amor así nos descubre, nos desenmascara, nos desarma, nos hace simplemente ser lo que verdaderamente somos, sin apariencias, sin mentiras, sin farsas.
Me atrevería a jurar que todo artista nace de un amor imposible; y es que todo buen artista tiene que primero encontrar a alguien a quien ame con locura y después debe dejarlo romperle el corazón. Sólo así comprendemos la locura del amor, y la amargura de perderlo; sólo así encontramos versos en cada esquina y figuras en cada nube.
Y un amor así a todos nos hace artistas.

U

na y cuarenta y tres de la mañana, y aquí sigo escribiéndote a ti, mi amor imposible, mi amor de verano, primavera y otoño; mi amor de estaciones, distante y de instantes. Tú, que no fuiste, ni eres ni serás.
Porque a final de cuentas todos tenemos un amor a quien dedicamos todas nuestras cartas.

2023 Sep 18

G.Zamudio
Desde 2022 Jul 03

Conoce más del autor de "Monólogos de madrugada"

Descubre más poemas de nuestros autores