Miseria Esperanzadora


Misérrimas son mis ganas de seguir viviendo en estas condiciones
Inhalando el fétido aroma de nuestras flores de barro
Admirando la intolerable lluvia que de forma desalmada
Humedece mis tablas hasta pudrirlas.
Camino a pie descalzo sobre un charco de lodo y lágrimas
De un color marrón desapacible
Con el propósito de llegar a nuestro hogar
Y degustarte con una carne deliciosa
Para rebosar de dicha ese paladar inquieto que posees tu.
C
Para no resbalarme en las pozas y no ser sorprendido
Por algún ser arraigado de cualquier tipo de moral
Con el hedor de los actos ilegales y las rosas prohibidas.
Busco las llaves en mi aperreado bolsillo
Abro la puerta de antaño
Entro
Y te veo a ti sentada en la silla carmesí
Viendo la luminaria a través de las persianas.
Calma mujer mía, mujer de este pueblo condenado a la perdición
Conténtate con mi humilde ofrenda
Y no te preocupes por mi apariencia
Porque se que estando contigo
Siento el mayor de los sosiegos dentro de mi cuerpo
Causando que me olvide de los escombros musgosos de un color grisáceo desabrido
En donde se da vida a unas larvas sucias y repugnantes
Que se multiplican como mis ganas de levantar el campamento.
- Franzliche. Chile, 2016.
27/07/2016

Conoce más del autor de "Miseria Esperanzadora"