Mirari

Una corte celestial en tan armonioso coro,
mientras trato de idealizarte, pero a su modo,
escribiendo en las nubes a las alas te decoro
y busco cautivar a ese autor, ¡así! yo lo apodo.

Sin perderme de la realidad trato a ese viento
con la misma sutileza como me toca el miraglo,
y con prosas que adornan tan dorado tu halo
en mi tiniebla busco del diablo su derrocamiento.

C

omo cuando me tocas me pierdo sin tiempo
y joven me veo viejo saludando a la desdicha,
sin condiciones creo en una línea predicha
es usted como luz aquí para no ser pasatiempo.

Plasmado dejo en el libro que nunca he tocado,
porque solo en mi sueño te he escrito en la piel,
deseando que estos ríos se inundan de tu miel
y el autor actúe ahí como benévolo abnegado.