Mi viaje acompañado del verano

Mi viaje acompañado del verano

OH¡ dulce canción de verano,
No envenenes mis labios,
Sí amarte resulta doloroso,
Haré sangrar mis oídos para escuchar tus ecos gloriosos.

OH¡ verano ardiente,
No maltrates a este sonriente,
De existencia prudente,

De manos temblorosas,
Aquel anciano reposa,
Sin arrepentirse de su sabiduría,
Aunque, con la muerte charlaría.

Esa sapiencia añeja,
Me guiará como buen estratega,
Tal viajero perdido en desierto,
Encontrando su oasis, escondido entre el viento.

¿Para qué vivir tantos años?,
Sí la suerte se oculta en sus prados,
La soledad sostiene tu brazo,
Y la economía la guardas en bolsillos rajados.

El viaje es largo,
Como este poema amargo,
Podemos cruzarnos con peligros,
Que dañen nuestro camino.

OH¡ verano amable,
Me proteges sangrante,
De la dudas existenciales
Que impidan avanzar en mi peregrinaje.

OH¡, verano cruel,
Ya me envenene con tu miel,
Puede que sea como el papel,
Fácil de atravesar, pero puedes escribir con un pincel.

Y podemos destruir el papel,
Caminar sin el destino conocer,
Es posible, que nos perdamos con el anochecer,
Pero el rumbo final, no hemos de perder.

El verano es mi brújula,
Pronto acabará, y romperé mi burbuja,
Mi zona de confort, mi existencia conjunta,
Trataré de esperarte, aunque de soledad muera en la penumbra.

Sí¡, verano indomable,
Contigo, amaré mi viaje,
Lleno de soledad y con lagrimas en los ojos,
Seguiré adelante, aunque tu estación sea cambiante.

-Zad