Mi niña.
¿Nadie podría decir?, ¿quien se iba a imaginar?
que de aquellos ojos tristes yo me iba a enamorar.
Tan frío cuerpo terso me acompaña en este verso
que ilumina mi camino con tan solo darme un beso.
De una niña traviesa que se muerde rojos labios
de cabello enredado sin maquillaje cubriendo poros.
Aquellos zapatos rotos, favoritos desgastados por tanto uso
En la calle prefiere comprar papitas que acompañan su sonrisa
a ella no le niego nada, es tan feliz con solo sentir la brisa.
Su perfume es como frutas dando vuelo a mis latidos
provocando mis sentidos y prolongando mis suspiros.
Niña rosa, como aquella dulce flor creciendo en mi jardín
tan bella, suave y tersa perfumada como el jasmín.
Gracias por darme vida, alegría y esta bella bendición
contigo aquí a mi lado, eterno tuyo te escribe mi corazón.
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