Mi lucha
Empezaron y ya no pueden parar,
mis emociones están en guerra.
Mi mente entra en depresión, no sabe afrontar el cataclismo emocional dentro de mí,
pues el resultado va siendo desfavorable.
Mis defensas con las rodillas sangrantes no bajan la mirada, aún quieren formar parte de la batalla,
mientras el enemigo vigoroso previo a la victoria maneja la situación muy confiado.
La voluntad,
pero cada día está más excluido del terreno de batalla.
La angustia,
se adueña de mi paz,
la paloma blanca obliteró su brillo manchado en barro.
El optimismo,
parece rendirse y jadeante lo denoto hincarse,
mientras la contraparte se manifiesta victoriosa viéndolo con ojos de desprecio, y su brío egocéntrico, de nombre pesimismo.
La esperanza,
ya gastada se convirtió solo en espera del porvenir oscuro sempiterno.
El enemigo alza sus estandartes de victoria;
pero la batalla aún no acaba,
mis guerreros sangrantes no se rinden,
pues la bandera blanca no existe para los míos;
Esto no ha acabado.
Esta es mi lucha, su lucha, nuestra lucha.
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