Mi despertar

Intenté darle un halo lúgubre y sombrío a algo tan iluminador como un sentimiento.
Claro que te amé y para ti fue eso,un intento,algo tan banal y vacío,como un beso caído de la boca de un extraño.
Explicame entonces, porque el calor de tu cuerpo me deja tan frío, que siento tu gélido aliento apagar las hogueras que son mis manos al hacerte el amor.
Cual fue mi sorpresa al saber, que tu nombre era espejo y tu tiempo pasado,doloroso ejercicio de empatía,puñal de mil rostros ya conocidos que el destino decidió clavarme sin piedad para abrir mis ojos.
Duele sacar el corazón de paseo y darle cucharada a cucharada una dosis de realidad ajena, para que se rompa aquel, que algunas creyeron piedra,cuando hoy es el frío de otro, cuyo calor congela.
Destino,sólo una cosa pido, no quiero ser la punta del negro cuchillo,que tarde o temprano perforará su ser, abriendo también sus ojos,haciéndole,ver.