METÁFORA DEL ARTE

Tantas veces tú como yo, tratando de entender al arte, habrás recorrido el abstracto y por lo mismo inmenso sendero de las preguntas y significados que no tienen una respuesta cabal. He dado vueltas y todas me condujeron a preguntar ¿Arte no es acaso vivir? Luego me digo, como tratando de descifrar con metáforas lo metafórico: Arte es sinónimo de locura y soledad, es la explosión del alma ayudada por el cuerpo; arte es llorar mientras los demás ríen o reír cuando los demás lloran, es estar solo en medio de tanta gente y su bullicio, es estar preso en la inmensidad de la calma y la luz de la oscuridad.
¿Habrá persona que comprenda el verdadero significado del arte, Habrá ser humano que encuentre su sentido, existirá en verdad aquel que entienda a Van Gogh y su desesperación por captar la luz de la naturaleza, sus vibraciones, el amarillo verdoso de sus campos, el amarillo rojizo del otoño y del ocaso, el amarillo azulado de los rayos de sol iluminando un lago cristalino o el amarillo matizado con una gama de gris pálido tratando de plasmar su inmensa paz sobre el deseo de alcanzar su muerte?
¿Entenderá alguien lo que sentía Schubert al componer su Serenata, su Sinfonía Inacabada o su Avemaría; sabrá en qué o en quién pensaba, que veía, que quería. Comprenderá, si quiera en parte, persona alguna, lo que significaron para Bécquer sus Rimas o para Rubén Darío su Azul? ¡No! Simplemente son leídos y puestos un significado superfluo, tonto, demasiado breve.
¿Conoce alguien el dolor que puede estar sintiendo aquel payaso mientras hace reír a carcajadas a una muchedumbre ávida por encontrar unos instantes de alegría, sentirá su desasosiego disimulado con figuras coloridas y toda clase de rictus en su rostro?
¿Encontrará otro ser el motivo que me inspira a escribir estas palabras que tal vez crean más confusión, más locura, más soledad; entenderán mi verdadera intención por tratar de escapar a lo profundo, a lo sombrío, a lo melancólico, a lo arcano, a ese espacio donde flota el arrebato, el porqué, la enajenación de los sentidos ante un mundo lleno de desequilibrios que parecen ser normales para ponerlos en la demencia y la pobreza del arte? ¿Sabrán lo que busco, me ayudarán a encontrarlo? ¡No! Solamente yo lo sé. Por eso como Van Gogh, como Bécquer, como Schubert, como Rubén Darío, como el Payaso o posiblemente como tú, continuaré buscando solo.