Melancolía

Y decían
Recordar es nada,
Pero en el cimiento
De un noche sombria
Descargada de velos,
Y hojas blancas,
Escondido en lo oculto
De una palabra,
En la clave de un silbido,
Que al suscitar

Vagabundo y frío
En el umbral
a buscar,
Las horas muertas.
Pero al cabo del final,
No son placeres,
No es si quiera
Ese pedazo de tormento,
Que aun destruye
Y de los sueños huye,
Buscando su momento.
Están ahí y siguen
Con el principio
y con el fin,
Jugando con el cerebro,
Y y se Dice
donde hubo fuego,
Allí reposa el recuerdo.
No son lagrimas puras,
Pues ya el corazón,
Apresado en su melancolía,
En la convergencia
De su poesía,
Rompe las cadenas
De un desamor a ciegas,
Y maldita sea,
Nostalgia
Se vuelve agonía.
Atenúe e inspirado,
Sujetando un sentimiento baldío,
Que quema y desata,
Una vorágine
De renuentes desdenes,
Y ahí en medio de la nada,
Que haces ahora,
Contar estrellas en la noche o apreciar
Su brillo a través
Del alma mia.
No es recordar
para vivir,
Es vivir y recordar
Porque las almas
No son para apresarlas,
Las almas viajan
En libertad,
A través de los años,
El espacio
Y el tiempo,
Para en su momento
Volverse a encontrar.