Madrugada.

Todo está oscuro, no logro observar nada…
quizás por la venda que está cubriendo parte de mi cara.
Escucho pasos que se acercan rápidamente
y siento una cálida mano que se posa sobre mi frente.
Desliza un dedo por mi mejilla
pasa cerca de mis labios y descansa en mi barbilla.
Reconozco ese delicioso perfume…
en cada inhalación siento que me consume.
Me estoy volviendo adicto a su tacto
tan delicado, suave pero fuerte como un impacto.

Escucho su voz, una deliciosa melodía
creo que sabía que simplemente la reconocería.
Sus latidos… se están acelerando
y a pesar de no ver nada percibo que se está acercando.
Siento su respiración… está a pocos centímetros de distancia.
Ahora es un hecho, me estoy dopando con su fragancia.
Sus labios… están haciendo contacto con los míos
en un beso tan cálido que derretiría el corazón mas frio.
Mis labios te pertenecen, al parecer ya no soy el dueño
y al quitarme la venda… todo ha sido un sueño.