Lo imposible
Giro alrededor de mi camino a Damasco.
Qué cerca la medianoche,esa zona donde la palabra enloquece
para convertirme impensadamente en un mendigo.
Acaso porque pueda morir solo,
con los ojos llenos de síntesis entre mi corazón y su sombra,
h
mi camino a Damasco.
La pobreza es otro sino, otra manera que no queremos,
un arrepentimiento primitivo porque todo existe y no existe.
Mientras tanto envejecen la ropa que vestimos
y el salario de cobre gastado en la penumbra.
Alguien ingresó a mi cuerpo sin yo saberlo.
Alguien dicta una sentencia.
Me doy vuelta en la noche como un loco golpeándose el pecho,
creyendo que su pecho es el culpable.
Es, mi camino a Damasco, el abrazo que yo habré perdido,
la tremenda espera de la mirada primaria,
el rincón de los párpados,
otra vez el sueño.
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