La realidad de tu ausencia

Tratar de mirarte directamente a los ojos,
impulsar la sensación que provoca tu caricia,
más que palpar tu piel
más que observar tu figura,
es entrar en tu ser, tu soledad, en tu locura.

Tratar de no pensar en tus pasos entre las hojas,
cuando no estás aquí, cuando tu ausencia me convoca,
cuando tu sombra es lo que extraño
besandome en la boca,

mi tumba se ejecuta en tu pecho, aislada,
entre mariposas.

Y cuando tu ausencia corre libre en alas simples y complejas,
se comienza a admirar tu sombra, me sonríe tu presencia,
luego vuelvo a mi cordura o locura pálida, completa,
como ave soñadora
como sauce amando a ciegas.