LA PIEL DE LA PALABRA
LA PIEL DE LA PALABRA
Cuelga el verso de un muro sin aliento,
con brillo prestado y voz ajena,
la canción, sin alma ni argumento,
finge lo que la esencia no modela.
Son letras sin sudor, sin madrugada,
que buscan consuelo en las “estrellas”,
mas no oyen cuando el alma es convocada
La palabra reclama piel, no artificio,
un pulso que se amolde a su entereza,
no el eco complaciente del oficio
que se ampara en ajena sutileza.
Hay quien deja su alma sin amparo,
y responde al que toca su latido;
otros sólo cosechan, sin descaro,
el laurel que jamás han merecido.
Declamación no es llenar casillero,
ni es mostrar que se tiene voz prestada;
es vibrar con el verbo verdadero,
y decir sin temor lo que se calla.
Tal vez haya quien juegue con la pluma,
el necio sin rostro ni lo roza,
y en vez de dar su voz, prefiere espuma
de un canto que su mente nunca esboza.
Hay quien, tras el velo de un relumbre,
se ampara en simulacros sin desgana,
mientras una IA, tan sutil costumbre,
le susurra el poema en la mañana.
Yo prefiero el temblor de la garganta,
la pausa entre suspiros que no miente,
el temblor de la voz cuando se canta
lo que el alma susurra dulcemente.
Que el verso no se compra ni se alquila,
ni vibra en una voz que se maquilla.
Al que le escueza… que ajuste su costilla:
el poeta no teme si la tinta brilla.
AUTOR: METACRAK
VOZ: METACRAK
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