La noche

Si algo les he de confesar, es que una de las razones de por qué me quiero enamorar, es para dormir con alguien.
Sí, el simple hecho de dormir acompañada.
Porque desde que tengo memoria, nunca me ha gustado dormir sola.
Siempre me ha dado miedo la oscuridad de la noche.
Y nunca, jamás, apago la televisión.
Nunca cuando duermo sola.