LA MADRE DE UN HOMBRE
Cuando el adiós es eminente,
cuando te apartan
de mi amor.. de mi cariño...
porque dicen que ya eres grande
para seguir siendo mi niño
y
en que te dí la vida...
pero de mi te aleja con argucias ¡la vida!
Porque ya no sos pequeño
¿acaso de mi vientre no saliste
cuando mis ojos viste?
No sabía cuando te di la vida...
¡pensé que nunca olvidarías
porque eres carne de la carne mía!
Hoy te dan los besos que no puedo darte
pero nunca nadie podrán darte
los mas puros besos de una madre...
Soy la que te acunó tantas primaveras
y la que te sigue acunando en sus quimeras.
Soy la que siempre supo
que el amor de madre es infinito.
Soy la muchacha de ojos tristes
que lloró de emoción cuando naciste.
Y ahora te vas... te vas... te vas tan lejos
tan lejos de mis brazos y mi amor...
Y vuelan los cuervos... ¡espanto y horror!
Y yo la muchacha de ojos tristes
sin ti mi niño... ¿ventisca fue el amor?
¿te fuiste? volvé volvé te pido,
hijo a mis brazos otra vez
con tu candor... volvé volvé volvé...
Yo sé que no podés... sos hombre,
¡y eso no se ve bien!
¡Los hombres no son niños!
pero no olvides nunca mi cariño
¡las madres amamos infinito!
Ya se que sos grande... no te inquietes...
que el silencio es mi amparo...
Por eso te seguiré amando
con el mas puro amor que Dios me ha dado.
lilian viacava
derechos reservados de autor
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