La arenga

La arenga
En todas partes
La carta de presentación
Que calladito el bien, es silencioso
Hasta el sol con su poder nunca se escucha
Curioso para las arengas, digo yo
No requiere palabras
Es mudo
Y se acerca con una mirada, pendiente
Un suspiro

Un recuerdo permanente
Una memoria sin olvido
Siempre presente y alude a la humildad o al amor
Se va en la felicidad para no intervenir a su gracia
Vuelve al sufrir sin intervenir, en consolación y compañía
No pide nada, es que, la cuestión es dar
¡Que imposible es este bien!
Arrastrado por dudas, egoísmo y victimizaciones
Se apodera el mal y la arenga en todos los espacios
La poesía explota su libido, del mal
La filosofía experimenta su parodia, del mal
Y el bien necesita decir algo sin pensarlo, sin escribirlo
A veces, la muda contemplación desea decir algo
En una poesía callada, sin ruido
En una filosofía sabia y honesta
Nada se le parece
Quien sabe si es por no haberse topado con ella
O por no escucharla, puesto que es silenciosa
Su arenga es necesidad, urgencia y Amor.