Estridentes olas oceánicas

Un Idilio levantóse
de entre las tejas y tablas,
a través de un túnel.

Entre las tapias
desenvolviese el tránsito a la sangre
abordando el pecho.

Tomase primero los bordes,
que equilibrasen las pupilas descansadas

Incrustaciones de un paladar benigno,
y una flecha con punta de tinta
bajo vuestra aureola láurea.

Vos, de entre las señales;
un soneto, abriendo fogatas sobre la carne,
únicamente destilando al verso.

Prevalecido albor enmarcado,
bajo el tropel de una admiración militante.

Una tinta verdiazul en el arte,
cual lienzo que pudiese tornarse
inscrito, tras la puerta adyacente.

Rústico instrumento,
que encerráis en capullo letras
un anhelo latente del elemento.

Inmóvil ayuno de arándanos,
que censuráis a la breve estadía,
en estridentes olas oceánicas.

Desnudez de un incienso ceremonial
extrayendo el caos,
en la sombra de la lejanía.

Atmósferas cotidianas,
reminiscencias del desorden;
juicio y sentencia.

¡Vestigios de un monolito;
que herís profundo a la usanza del escudo,
más allá de la empuñadura del arma!
*

Julio 21, 2017
© 2017 Gabriela Ponce de León, La Dama Azul. Todos los derechos reservados.