ESPEJO

Cada noche al mirar el espejo,
observo un mundo de pesadillas,
de langostas húmedas,
aves con las alas de espinas
y un caudal de risas que asfixian los ojos.

Ese espejo deslumbra en la oscuridad,
se convierte en una calle de follajes torcidos,
gente sin carne
animales floreando en el agua

Al llegar la luz el espejo se derrite
y vuela al ojo de un hueco incierto,
se chamuscan las sombras,
una música trafica con mi rostro.

Tiembla el reloj que marca la pared,
tiembla la mesa que guarda ausencias
tiemble el gabinete que guarda memorias
tiembla la enredadera que pretende ser libre.

Al llegar la noche descalza y solitaria
el espejo me busca,
se fija entre mis cejas,
vibra deformando mi contorno,
escupe un reflejo de tinta rancia y papel derretido.

Yaneth Hernández
Venezuela
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