Epístola a Cecilia

2017 Jul 02
Poema Escrito por
KAMQ

Estimada Cecilia Palos, comprendo la inquietud, que en vida descansa de todos sus sueños muertos, la inesperada adolescencia. Los cambios y la guerra, la guerra contra la soledad.

Si le escribo, soy sincero, desde Los Palos me dirijo, alguna playa en el pacífico, algún lugar sin miedo. ¿Por qué cubrir su rostro? ¿Tan letal es su marido? ¿Tan letal es su destino?... La muerte es para todos, adelante o atrás, abajo o arriba. Aunque se escape y sea una hormiga, aunque cristiana y muy política, si es atea esta bendita, si es mujer ya está muerta.

Pobre, pobre y más pobre, la servidumbre que los acompaña. Los látigos y las vendas que los cubren, no son menos que sus golpizas, aunque se haya casado con el dinero, recuerde siempre y sea profética.

“Se casó con un banquero, un viejo hábil de dinero, no con un maestro de escuela, aquel ratón de biblioteca, que siempre la llamaba, cuando el viejo la golpeaba”

Islámica y moralista… ¡Así te llaman Cecilia!

E

n la pobreza del dinero de nada sirve “El Ayatolá” cuando la señal de Dios se esfuma, seas lo que seas, de la tierra o de luna, los palos igual golpean, fuerte con el pasar del tiempo. Y al final descubres que tu vida, no es más, un ordinario, divorcio de media hora y una eternidad en palos.

Estimada Cecilia Palos, comprendo la inquietud. ¡Vuelva pronto a la escuela! ¡Ya Plutón no es planeta! Hay raíces que me sobran, de la clase de biología. ¡Raíces fuertes y ungidas! Tan fuertes y ungidas como para sostener…a una mujer herida…a una larga vida.

¡Cecilia, el sol me grita!…Escuché hoy desde mi alcoba, llora tu niña de hambre, porque tu mente ya no es la misma. ¡Estás tan perdida querida! Que la voz de tu camino, jamás despertará del coma.

¡Yo te amo Cecilia! No me importan los palos, ni la vida. Y aunque rujan y truenen los cielos, tu nombre seguirá siendo, la única palabra que no olvido, la belleza de memorizar, más el encanto de enamorarte.

Hasta siempre cruel Cecilia... ¡Hoy se va mi alma y tu mi amiga! Te iras tan pronto como yo o tan tarde como tu pasado, que los palos sean amables contigo, si hoy es mañana y no te encuentro, entonces el ayer será eterno.

Con amor a Palos Cecilia, la mujer más hermosa y plateada, de una fragilidad exquisita, semejante a un pedazo de roble, aquel sonido mojado, de los bosques altoandinos.

2017 Jul 02

KAMQ
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