Entiéndeme

Entiéndeme.

Suelo vivir
como un infeliz no agraciado
en un orbe que excluye
al disforme solitario
por razones superficiales
prefijadas por infames mentecatos.

Ya nada puedo hacer;

aunque no me pesa vivir
sólo me resigno a estar
ansioso y melancólico
atrayendo las risas ajenas
de peatones que observan a un ser
excéntrico y miedoso.

Pero tu amor
podría salvar mi perdición
y juro que si aceptas mi proposición
valoraré siempre
tu buena intención.