En ojos que no ven
Es el pájaro muerto en el nido,
el soplo del viento que suave se ha detenido,
es el reflejo de luna
es la gracia y fortuna
de un sinsentido.
R
con el ansia de un himno
arcano y volátil,
con el alba y signo
de tu voz ya tan frágil.
Es la ola que rompe de madrugada
la humedad perenne
en el corazón de la granada
y los llantos callados
del rocío en la mañana.
Reflejé tu alma en las cimas
y en los lagos,
y en las liras
buscando perdido
el aúlico olvido.
Es la raíz sin crecer
y el peine del cielo
enmarañando atardecer,
es la música ligera
el proverbio y el verso
y el dedal al fenecer.
Reflejé tus horas, tu tiempo
y un pueril beso
del ocaso sediento
de lluvia y rosicler.
Es la mano que sangra
al compás de la balada,
y las noches sin orlas,
en una casa sin techo
donde lloran las nubes
un sollozo macilento.
Reflejé mi vida
buscando el edén,
soledades partidas
lágrimas partidas
en ojos que no ven.
ROGERVAN RUBATTINO ©
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