EN DESCONEXIÓN?

Será que abrimos el corazón a personas equivocadas?
O será que quienes parecieran entendernos en realidad no lo hacen?
Lo cierto es que muchas veces nos sentimos como fuera de conexión.
Esa sensación de que partes esenciales faltan, es inquietante...
Porque entregar cosas buenas y que no parecieran llegar al destino correcto, siembra desazón.
Las personas sencillas, humanas, que deseamos el bien de todo ser viviente, existimos.
Nacimos así, no es posible cambiar nuestra naturaleza.
Pero en contrapartida, también se sufre mucho al no encontrar eco.
Estamos rodeados de falsías, materialismo, egoísmo, mentiras, fingimientos, dobles discursos y más...
Y cuando sentimos que no encajamos en esas categorías se nos tilda de farsantes o idiotas.

Tal parece que en el caos del hoy no hay lugar para personas pacíficas y de vivir sencillo.
Sapo de otro pozo...
Muchas veces me siento así.
Sé que yo no importo.
Que soy un granito de arena entre las miles de playas que existen.
Pero para Dios soy única e irrepetible.
Y hoy, quiero dar nuevamente las gracias a Él:
Cuando duermo en almohada blanda
Cuando ayudo de corazón
Cuando sola y en desesperanza lo busco
y allí está, siempre para mí.
Por los milagros obrados.
Por dirigir mis pasos en enseñanza.
Por poder levantarme en cada caída.
Por susurrarme desde dentro que la Fé mueve más que montañas.
Gracias!
Cuantas más tormentas azoten mi alma,
más fuerza tendré para sanarme en tu nombre, Señor.

03/10/2019