Ella la mas Bella

Y sonaron las campanas
De un reloj viejo,
Indicando que el amanecer
Traía el.comienzo de otro día
Y se fueron juntando
los minutos,
Acobardados
en la alcoba de aquel mísero
Cuarto,
Donde sus sueños viajaban

Y sus ángeles
La protegían.
Esa pequeña e inocente niña,
la cual desafiaba al Mundo
tan solo con su hermosura
opacaba la belleza
De cualquier naturaleza,
Que se pintaba en la pared
de cualquier cuadro,
Allí solían estar, ahí colgados.
Se que son remotos esos viajes,
a través
de sus ojos
cerrados,
Sin la luz
Bañados,
Llenando de esperanzas
las que encierran cuentos de hadas,
que al despertar
se entrelazan
con algunos rascacielos,
otros arco irís,
colgante jardines
y Magia de ensueño extraño.
Se quito sus calcetines
Y se puso sus zapatillas blancas.
Subió a un corcel
Flamante y educado,
Entonces dijo al chófer:
No me lleves a lugares lejanos.
Nada mi Princesa
Es en vano.
Cuando solemos crecer,
Ninguna historia
Tiene un final feliz,
todo cuanto inventamos,
Nos lleva a pintar sonrisas,
Donde sólo existe el quejarnos.
Y así Comenzamos otra vez,
Cuando por fin
Veas en el bosque aquel,
a un hermoso paramo.
Y mis versos te dedico,
Para que sepas hija mía,
Cuanto te amo.