A Eliana
A Eliana
¡Gira,
rueda de fuego, gira!
¡baila, muñequita de madera, baila!*,
con el siniestro corpiño,
la enagua levantada
hasta los muslos
pintados,
el corsé victoriano
el rostro de cera,
la peluca rubia muerta…
¡Gira,
rueda de fuego, gira!
¡baila, muñequita de madera, baila!
Falsa altiva dama,
la del rostro de escayola
que presume una belleza singular,
de su altura de tacones exagerados,
del gris abrigo de pieles,
de hombros cuadrados perfectos,
de esas manos frías
y las cuencas vacías de los ojos,
de su ausente corazón.
¡Gira,
rueda de fuego, gira!
¡baila, muñequita de madera, baila!,
tendrás
pálidos admiradores,
ciegos
de tu mecanismo de relojería,
de poleas y cuerdas ocultas,
enamorados
de tu perfil perfecto de diosa,
artificiales pómulos,
nariz recta y pulida
sobre un falso craneo de metal,
engañados por los tules
de la ventana
a la media luz…
¡Sí! ¡bello oco, bello oco!*
*Tomado de “El hombre de arena” E.T.A Hoffman
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