El Sinsentido

Fue ese otoño frío,
recordando juergas y cortaduras en tu piel.
La humedad en el Invierno fue cuantiosa,
así como los libros a los que les juraste por siempre serles fiel.
Las plumas me consideran variable,
lo que se lee no se transmite,
se ocupa en papel,
a veces funciona inversamente.
M
Me dijiste que ibas a volver,
pero parece que te refugiaste en aquel lejano burdel.
Esas pobres almas,
que a la desconfianza temen,
permanecen quietas e inmóviles,
alzando la mente en redondeles.
Lo único que me parece coherente en esas lecturas,
es el dedal enroscado de las familias,
pero tampoco, desaparecen inseguras,
un sin sentido constante y sin sonrisas.
Claro que los pianos no hablan,
quién te dijo semejante balbuceada?
Ellos gritan y se expresan,
para cada ágil alabeada.
Así que de nuevo,
te pido que te quedes.
No te quejes ni te olvides,
de que nuestras pasiones se sienten.

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