El grillo viajero (minicuento)
El grillo metió la cabeza en una botella donde encontró un hermoso barco de madera, subió a su mástil y no muy lejos halló un océano en su ladera, pidió ayuda a un topo para que desenterrase la botella, no tardó mucho y con un ejercito de hormigas consiguieron llegar al agua, el grillo embarcó hacia lo desconocido, surcó la charca rescatando saltamontes en su camino a los que nombró grumetes de su barco. -¡Tierra a la vista!, anuncia un saltamontes desde lo alto del mástil, cuando de repente a la expectativa estaba un gorrión interesado en los tripulantes.
-¡Todo a estribor! y en un suspiro de aire el barco salió volando, detrás el gorrión intentando conquistar el barco. Surcando montañas llegaron a un páramo que lo atravesaba un río y en una colina había una especie de castillo, empezaron a salir volando palillos y semillas que consiguieron espantar al pájaro. El barco y los tripulantes tuvieron una gran bienvenida e hicieron una gran fiesta para celebrarlo.
En ese gran castillo convivían hormigas, grillos, algún saltamontes con traje elegante, y la gran jefe una ratita de campo, los invitaron a vivir allí con ellos para siempre.
Con el barco hicieron un monumento en memoria del día en que llegaron.
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