El germen, la chispa y la llama.
El genuino, único y auténtico
generador de semillas.
Semillas que van dando
sus frutos,
y correspondiente cosecha.
El germen por ello,
la chispa y la llama
de toda una vida.
E
y forma de ser de cada persona.
Claro y transparente en ausencia
de lo tóxico, negativo,
superficial o alterado.
O nublado y confuso,
por la influencia de
lo contrario.
El principal artifice
del arte del vivir despierto,
lúcido y consciente.
O también de hacerlo dormido,
entre niebla o alterado,
por no haber sido
espabilado.
El capaz de la resiliencia,
la aceptación y el estoicismo,
ante las adversidades reales
y graves de la vida.
O del decaimiento,
el negativismo,
e incluso el hundimiento,
si ante ellas
no lo es lúcido y claro.
"El que hace más pura o no,
el propio aura y energía
absorbida y emitida",
tanto para con uno mismo
y su lugar es este mundo.
Y en su relación
y contribución a él,
como para con el
resto de personas.
Por el simple hecho del proceso
de interacción mente-interior,
en relación con un
todo universal,
que va más allá de uno mismo.
Y por supuesto que de
cualquier lógica o razón,
entendimiento, intuición
o imaginación.
El interconectado con el
universo, sin que le haga falta
más explicación.
" El pensamiento humano,
el germen, la chispa y
la llama de toda una vida ".
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