El fuego quema, pero agrada
¿Qué le pasa a la gente que no le hierve la sangre, porque van por la vida con las venas congeladas?
No sé, si es que tanto les han dañado, que se han quedado muertos en vida. No sé, si es que yo estoy equivocado, pero que yo sepa la vida no es hastío. La vida no es huir del sol y quedarte a resguardo de una sombrilla amarilla, en un edificio amurallado, en una celda gris y solitaria, donde la pasión no tiene orden de entrada.
La vida es sangre, fuego, muerte, dolor, placer, la vida es amor y odio infinito. ¿Para que sirve hacer algo con tibieza? Quieres ser un funcionario, perdido en la monotonía? ¿Quieres ser un jubilado viendo las obras de la residencia en la que van a morir?
¿Acaso un beso ardiente, un te quiero de corazón susurrado al oído, no es suficientemente bello para atreverte a dejar tus miedos de lado?
¿A qué tienen o hemos tenido los que somos o hemos sido unos tempanos de hielo, anclados a un tejado, fundido en nuestro ser, del cuál no sabemos o no queremos huir?
La vida es sangre, fuego, muerte, dolor, placer. Todos sabemos que vamos a morir, teniendo eso en cuenta, ¿Cuál es el motivo para no querer sentir las emociones más excelsas?
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