El Digno Aprendiz
No me bastó la arena
y fui a la ola, y la ola
me devolvió a la arena
y fui a la ola,
y me enseñó a nadar.
Y me pregunté yo:
Si la ola me enseñó a nadar,
¿qué infamia quiere hundir
mis derechos y verdad?
N
y fui a la nube, y la nube
me devolvió a la mar
y fui a la nube,
y me enseñó a llorar.
Y me pregunté yo:
Si la nube me enseñó a llorar,
¿qué real desdicha ajena
no me urgirá ayudar?
No me bastó la nube
y fui a la luna, y la luna
me devolvió a la nube
y fui a la luna,
y me enseñó a soñar.
Y me pregunté yo:
Si la luna me enseñó a soñar,
¿cómo no soñar paz
y progreso para todos, igual?
No me bastó el sueño
y fui a la pena, y la pena
me devolvió al sueño
y fui a la pena,
y me enseñó a cantar.
Y me pregunté yo:
Si la pena me enseñó a cantar,
¿cómo no cantar claro y rebelde,
por disentir y penar.
No me bastó el canto
y fui al pueblo, y el pueblo
me devolvió al canto
y fui al pueblo,
y me enseñó a luchar.
Y me pregunté yo:
Si el pueblo me enseñó a luchar,
¿cómo no hacerlo con él y por él,
y la sagrada consigna de su pan?
No me bastó la lucha
y fui a buscarte,
y me devolviste a la lucha
y fui a buscarte,
y me enseñaste a amar.
Y me pregunté yo:
Si me enseñaste a amar,
¿cómo no amarte si eres,
amor y posteridad?
.......................
Infamia, te advierto que hoy:
así como así no me vas a humillar;
ahora que de todo, y mejor,
aprendí la Dignidad.
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