El calor de la mañana

En el sol temprano
del día de los coros
en la bruma sabia
de la existencia plena
en el palpito amable, de tus esquinas
rodeada del aire que respiras
me deduzco, para ser tu sombra
el baile que conduce tus zapatos
me desconozco y eterna me palpito
en los extremos de tu mirada amplia

en cada cúspide de un beso
en la bravura extrema de una mirada.

Eres y solo eres
el espejo tímido del alma pura
el brillo de las medallas
en sol valiente
el abrazo puro, donde descanso
el eco de la voz sabia
el amor en grano
la pluma, donde me escribo
el verso que me delata
el rapto noble de la esperanza
eres la vida, sobre la fuente que la derrama
solo puedo y se quererte.

Amigo eterno, de una mañana
enormidad de mis impétus
el entusiasmo que me desliza
el destino que jamas me aparta
el amor tierno
mi vida y mi alma.