El aliento invisible

Y entonces el sonido del viento me hizo mirar un enorme árbol, el cual se movía con cada ráfaga de fuerza invisible, a lo que comúnmente llamamos brisa, y estuve mirando la naturaleza de su conversación, con cada ráfaga de viento el árbol respondía moviéndose como aquel que no le importara expresarse con la libertad que anhela el hombre, la cual ha sido arrebatada y confundida a propósito. Y así estuvieron por varios minutos conversando como dos almas que fluyen y se atraen la una a la otra sin ninguna fuerza aparente de por medio. Jugaban y conversaban cada noche, el viento llegaba y el árbol respondía, y me pregunté ¿que pasaría si el árbol de pronto ya no estuviera?, no por el hecho de desaparecer sin causa alguna sino por ser quitado por la mano del hombre para levantar un muro. ¿Que pasaría?, el viento se sentiría solo como un alma cuando se aleja por el triste camino del vacío, ya no tendría con quien platicar, al contrario, sería insultado por la mirada del hormigón que no se atreve a responderle ni una sola palabra, ni un gesto, y es que su silencio dice "no soy el culpable" por que es verdad, el también podría pasar horas conversando con un árbol, pero alguien más no lo quiso así.