Dos piedras, que rodando se encuentran.
Ha si contar pudiera,
cuantas veces por el mundo afuera,
camine descalzo y solo,
buscando a alguien
que me pudiera comprender.
Como saber
que había otra alma como la mía,
que en un lugar distante del mio;
que tan bien penando vivía
cuantas lagrimas derrame,
como te soñé,
sin aun haberte conocido.
Con el alma hecha jirones,
en mil pedazos nuestros corazones;
des pues de haber navegado muchos mares,
enfrentado mil vendavales,
tantas luchas y decepciones,
tantos golpes y marrones...
Una mirada compasiva y tierna ,
un esbozo de sonrisa
de nuestros cansados labios
fue lo suficiente,
para comprender que nos queríamos;
vernos y enamorarnos,
fue entonces, obra del instante,
el amor cayo de repente
como un rayo entre los dos;
y como dos piedras dando vueltas
despeñadero abajo;
como dos hojas secas,
impulsadas por el viento;
como al decir de Bécquer :
"dos olas que vienen juntas
a morir sobre una playa
y que al romper se coronan
con un penacho de plata";
eso fueron,y son,
nuestras dos almas enamoradas.
(30/09/2018)
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