Dos estrellas

Ella con espalda tallada y pechos de fruta fresca
El guardián de arenas,celebrando cada sabor.

Una noche súbita fue su fuga,
Las manos de el por la cintura de ella empujando a ese destino precoz ,apurado de cielo.

Su dignidad no soportaba la espera
Ella era como una llama encendida y melodiosa chispa que lo inmoló.

Cuando ella hablaba,hacía el amor con sus palabras

La escuchaba derretido,desplegado a su vibrato, donde el alivio se hacía mortal cuando ella lo acariciaba con su aliento.

El tenía pueblo y un montón de libros de hojas amarillas guardados,de alabados poetas mansos.
El tenía calle y la furia de dioses al amar.

Y ella un montón de revistas de moda y zapatos,.
Y la dulce agonía de la inocencia.
Ella tenía en el fondo de la maleta un libro de dibujos y garabatos;
Todos pintados con señales adolescentes y corazoncitos.

Pero cuando ella hablaba él no necesitaba lenguas fundadas.

Ella con luz alzada estallido de mares.

Esa noche se amaron arrebatando el alma.
Huyeron los pájaros por la noche eterna
Demolidos de amor.

Nada importaba
El suegro buscaba
nada importaba
Otra suegra lloraba
nada importaba
Otro príncipe con dinero aullaba.
Pues por más que lobos lo ayudarán
Otro príncipe sin corona se llevó su amada.

Ocultados y aprendidos,un tiempo,
Hasta que todo se calmo porque en
En las entrañas de ella había vida.
Respiraba otro ser.
Una niña.

Esos dos locos preciosos eran papá y mamá.
Esa niña era yo.
Dos almas sin anhelos egoístas que pelearon contra todo,no hicieron caso a fracasos ajenos.
Ella niña con dinero y él un pobre estudiante universitario.
Ese amor es como un bálsamo de eterna felicidad.
Ese amor no se consigue fácil.
Ese amor es un amor sagrado .