Disfraz de pájaro
Disfraz de pájaro
Parecía una noche oscura y suave
a pleno medio día,
cuando tuvo lugar esta trivial historia.
Llegué a un lugar extraño,
imposible de definir
como estado análogo entre vigilia y sueño.
A
se hizo audible en mi oído,
diciendo en tono grave que me reconocía,
aunque yo, la verdad, no la recordaba.
Eres el antihéroe de tus propios poemas, decía
detente o algo terrible va a pasar.
En este lugar
tú ego se sentirá desorientado,
la próxima vez se quedara en la puerta,
no querrá ver que puedes prescindir de él.
Pero guárdate de tu conciencia que incluso aquí puede asecharte,
sin que lo descubras
y guárdate de las ilusiones
porque pensando así vas a considerar estar
en la más poderosa.
En este lugar, me dijo la forma de pájaro con su trinar ilegible,
no es conveniente hacer poemas oníricos,
porque habitualmente el despertar es trémulo,
entonces hasta la palabra más inocente se torna dolorosa y amarga.
No te guardes nada,
no registres nada, trinaba,
solo maravíllate y disfruta el instante.
¡Aprende! y con esa palabra su trinar se me hizo familiar,
como pesadilla que torna frágiles los sentidos.
Que ave tan extraña pensé
y mientras pensaba dudaba de mí pensar.
¿Por qué tengo que escucharte forma tono de buitre?
Sin tu trino, mis ojos igual pueden avanzar.
Perdona mi trino replique ya exhausto,
que también soy pájaro y no por eso menos embustero.
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