DESQUICIADO AMOR
DESQUICIADO AMOR
En su mano brillaba el oro del compromiso,
sin embargo el anillo no aseguró la vida.
Aquella fecha con lamentos y búhos,
una guadaña le separó de su amada.
Y la soledad tomó su brazo hacia el final,
largo sendero del desaliento perenne,
cuando arreciaba la borrasca en los ojos.
Sombrío pasaje del inmolado poema,
siguiendo el camino del postrer adiós.
Desde campanarios imploraban perdón,
exhalando el viento insanos suspiros,
aquella tarde cargada de presagios.
Niebla maligna velaba el cuadro funesto,
aullidos ingratos conmovían las almas,
cuando inició su marcha el mudo cortejo.
¡Negra multitud rumbo al rincón de los muertos!
¡Cabizbajo gentío en luctuoso culto final!
Frente al umbral de los enigmáticos viajes,
lánguidos caminantes detuvieron sus pasos,
olores de incienso y rosas encubrían lo atroz.
De golpe, una figura cayó sobre muchas coronas,
enjugando con besos los confusos recuerdos,
y abrazó sus restos de ilusiones yacentes.
El ocaso proyectaba mortecinos matices,
contrastando trozos de blancura en la piel,
y exaltando el pasado de la extinta hermosura
agitó seducción en cuerpo y pensamiento.
Escalofríos estremecieron al perturbado amor,
al revelar secretos impuros entre las flores,
y recuerdos de aliento en sus labios.
¡Ahí, donde no palpitó ningún efectivo cariño!
¡Ahí, donde otros prodigaron sus besos!
Tentación que apagó su luz de tantos amores,
porque gélido témpano y barrotes su pecho fue.
Abatidas figuras guardaban el sombrío edificio,
y la tarde dibujaba las siluetas del desvarío.
Un zenit rojizo resaltó el amor más desquiciado,
y lo insondable acercó sus manos al talle frío.
Temblaron de horror aquellos brazos con lo prohibido,
apoyando en su pecho la resistencia vencida.
Un espejismo atroz hechizaba los cinco sentidos,
alucinado por voluptuosa encarnación de placeres,
visión engañosa que perdía la voluntad.
De pronto, un alarido crispó la espesa noche,
erizando sus lomos de insomnes criaturas,
y lo monstruoso se apoderó de aquella hora.
Sin embargo algo exigió romper el hechizo,
correr por la razón lejos de aquel cementerio,
¡escapar del manicomio y la muerte!
Pronto las cadenas fueron polvo y olvido
en su cuerpo y alma del loco de amor;
y al salir del penumbroso paisaje de cruces,
calló de golpe su aullido del Diablo.
Derechos de Autor
Fondo musical: Música de suspenso en Órgano antiguo.
Conoce más del autor de "DESQUICIADO AMOR"