Desde Abel.
Los días pasaron como pasan las promesas de los infieles
convoca a los viejos amigos a la gran despedida que si hoy
morimos no iremos solos.
Estaremos hasta que nazca la ultima estrella y su camino
se resuelva, tras cada final hay un inicio que llora el dolor
del parto.
Abajo no hay lugar para nosotros ni arriba están escritos
nuestros nombres, daremos a la tierra nuestro ultimo legado ,
Estábamos podridos desde Abel desde los rubros nocturnos
en las esquinas hasta el abuso de poder
Compramos, vendimos, cedimos todo el ser ahora quien
¿quien le encontrara un lugar a nuestras crías? Si protegerlas
era nuestro deber .
Explotamos las minas , mentimos a corazones nobles y los
endurecimos, encendido el fuego no hay como apagarlo
Hay una versión del infierno en cada guerra, con los brazos
desprendidos de sus coyuntas ¿podremos darnos las manos?
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