Denuncia

No en vano quisiera estar dormida,
poder cerrar los ojos si con eso se evita
ver, al menos, aquello que aún se escucha:
tantas mentiras convertidas en dogma
pues resultan políticamente correctísimas,
y verdades conversas en tabúes
perseguidas, ocultas, porque enjuician.

Así es que transcurrimos,
venerando estuches

desechando contenidos,
asesinando la esencia del lenguaje
para que entre en doscientos caracteres,
cubriendo el cuerpo con modas europeas
para ocultar los vacíos interiores,
creando ídolos apáticos e inertes
en un fetiche de la propia soledad.

No en vano estoy despierta
mirando este paisaje
en el críptico, eterno vapuleo
de una vida que quiere ser más vida
mientras rehúsa inhalar el mismo humo
de esperanzas cohibidas y anhelos apresados
de intereses superfluos, de egoísmos,
de pasar sin mirar hacia el costado,
de cotilleo crítico-destructivo,
de lapsus, represiones y sueños emblemáticos
por donde el Ello aspira a la consciencia
plenamente inconsciente de ser un inconsciente
que rompe normas y aspira a la alegría.

No en vano permanezco con los ojos abiertos
si logro serle fiel a mi gnoseología;
ni en vano reconstruyo esta atalaya
si consigo lograr que mi poesía
se llene de coraje y contradiga
lo que mi voz diplomática se calla.