Dame permiso

Lo que daría por tener tu permiso para hablar de ti.
No para contar sobre el arte que forman tus manos o sobre lo adictiva que es tu piel.
Me gustaría poder contarles sobre tu risa, la forma odiosa que tienes para analizar hasta el sabor del agua. Tu forma tan diferente de ver las cosas y que frente a frente, no me exaspera, me fascina.
Quisiera contarles lo cómoda que me sentía a oscuras en tu pecho. Lo fácil que es desear a alguien tan diferente a mi.
Y tú tenías razón, ni siquiera puedo comprometerme con estar enojada el tiempo suficiente para que sepas que me dolieron tus mensajes.
No soporto tu distancia y Dios, ojalá no te fuera tan indiferente mi cercanía.