Cuenta un bosque...

Sus ojos café reflejo verde naturaleza miran el agua del río correr mientras calma su sed

Una criatura hermosa impregnada por una tinta del color de una exquisita galleta su pelaje brilla saludando al sol

Asomando su hocico a un seto de silvestres frutos la cierva comió aquel manjar de dioses

Mientras tanto era observada puesto que un puma con apetito la observaba
algo a lo que ya estaba acostumbrada

Tornó camino a su manada esquivando con ligereza las de verse apresada y así el felino atrás se quedó enredado en la maleza

Y

hasta aquí la breve historia de la naturaleza donde la presa no es presa y donde el apresado es quien acecha.