Crítica Casera

Una dama retiene en sus brazos
A la criatura más tranquila
Envuelta en un estambre de besos
Unos maullidos suaves, tan hostigosos, tan exageradamente tiernos
Tienden a ruidos psicodélicos, sé que algo anda mal
Algo andaba mal.
Me alejo; obviamente me alejo
La pintura parece reacia, rígida, como recién hecha
Los colores, el olor, el ambiente a arte
Esas líneas que se clavan en tus ojos, las curvilíneas, la sonrisa, las pecas
Y esos molestosos detalles, el realismo parece querer salir.
¿Qué me está pasando?
¿Qué está pasando con el realismo?
Ahora siento a la pintura como una baratija
Como un dibujo de estudiante universitaria, así de sencillo como el maíz
¡Oh sí! El maíz de las esquinas, el tono carmesí de en medio
Y sabrá Dios porque difuminaron todo eso con tonos grisáceos
Es asqueroso ver como late
¡Está latiendo!
La maldita pintura palpita, vibra, ¡Dios del arte!
¿Qué está pasando?
Doy como diez pasos más o menos para atrás
¡Y qué es eso Señor! ¡Se mezcla!
¡Qué desprecio!
No puedo soportar ver cómo tan repugnantes colores se mezclan
¡Obra maldita, aléjate!
Grité y grité como veinte veces lo mismo
¡Con la misma intensidad que un exorcista!
Veo sangre en las paredes, ¿Acaso eso es moho?
Veo humedad en el suelo, ¿Acaso es el pintor?
¡Aléjate Belcebú!
La indigna creación de coleccionista neurótico
Me está tocando las venas
La dama está arrancándose los labios
El gato se está comiendo la cola
Una sonrisa falsa se dibuja en mi cara
Al ver tan horrenda cosa
¡En los muros de mi mismísima casa!

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