Copos mansos

Las horas pasan lentas, sugerentes
sin decir nada porque sólo hablan
a través de los copos mansos
que entrega un cielo blanco:
apacible nieve impoluta.

Suave es la tarde
(como una caricia de madre…)
cuando uno escribe
que está nevando blandamente

Dulce es la tarde
cuando uno habita el frío
desde el calor de su habitación;
cuando está nevando ahí fuera
al tiempo que crepitan las palabras
en el fuego lento de un verso,
melodía silente
en que me duermo y resucito.