¿Cómo saber si el destino esta de nuestro...
Hoy conocí un conejo. Era alto y apuesto y llevaba un reloj en su muñeca izquierda.
Vi como me miro, me miro aunque así no lo pareciera, lo mire en sus ojos; me miro, y sentí la brisa del mar en ese "ahora".
Hablamos por unos minutos y pasaron varias olas. Hasta que de nuevo observo su reloj... "Ya era hora".
Y se fue alejando, casi corriendo. Su paso era apresurado, aunque volteara la mirada arrepentido su camino prosiguió... Apenas nuestros nombres conocimos.
De él no sabia nada, nada mas que la prisa que llevaba.
Fue tan corto aquel instante que escuche el estruendo del mar en cada paso que daba.
¿Qué me gusto de ese conejo que por un segundo me impulse en seguirlo?
...pero no.
Esta mujer no esta para seguir animales. Ya mucho de eso he pasado.
No será esa mi entrada a una ciudad de maravillas.
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