¿Cómo estamos?

Mientras leo la infinitud de las palabras
recorre un pensamiento instigador desde lo absurdo hasta el internet.
Oigo un cristal que se rompe
despertando mi decepción por la arena cegadora del mar perdido,
donde los corales sacan cuentas
pues se han sobregirado las finanzas en el océano.
Y hacia una línea que bosqueja la ruta al occidente
corre una camada de delfines
apresurados por las nubes que ahuyentan la clientela de la orilla
evitando el desalojo por tiburones famélicos

La sal se agota mientras quema mis labios un ácido sabor a aceituna
e insisto en conservar el atesorado rincón de azulejos
¿Qué querrán los peces que navegan en este encerrado mar de cristal?
tal vez un poema de amor,
de esos que se odian cuando no hay un reflejo amante entre sus líneas;
O quizás un fiel servidor que descubra entre sus manos
el intruso hacedor de guiones comerciales.
Si desabridos se hallan los lagos e inhabitables los mares,
yo me pregunto: entonces ¿cómo estamos?