CINE DE BARRIO

CINE DE BARRIO

Hay días que me siento,
muy lejos de mí misma.
Días en los que me veo,
como quien ve una película,
cuya protagonista se desdibuja en la pantalla,
por medio un largo traveling,
o absorbida por un fundido en negro.
Desde mi butaca, como espectadora,

me acomoda la nada.
Podría ser un agujero en un envase sin contenido.
Hueca, sin ningún sentimiento,
sin empatía, sin dolor ni llanto.
Vacía de cuanto contuve,
y sin tapón que me proteja de la indiferencia.
Un hartazgo de casi todo me rompe,
aunque sin dolor porque,
sigo mirando la película desde la butaca,
comiéndome la vida a modo de palomitas,
en un cine de barrio.

mabel escribano
d.r.
imagen: google