Casa de Campo
Casa de campo,
imposibles de olvidar,
con sus multicolores flores,
mientras observas las prodigas manos
que con tesón las recorren.
Casas de campo, repletas
de recuerdos, a caprichos
y ternuras de abnegadas abuelas,
cuando el tiempo aproximaba,
Casas de campo, amplias,
abiertas a todos,
con gatos dormilones y pájaros cantores,
y dando su recibimiento,
los criollos perros ladradores.
Casas de campo, inolvidables,
despiertas desde la madrugada,
de amplios portones,
con olor a hierba fresca,
y en la cocina, a frijol con chicarrón.
Casa de campo, de tíos,
primos, abuelos y padrinos,
las quiero tan cerca,
para alejar de mi lado las penas,
para recuperar mi propia esencia,
para no perder en las oscuras noches,
mi estrella.
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