Borges y Dios.(Relato corto)

2018 Oct 11
Poema Escrito por
Quiplato

Dejó el alma al pobre ciego, y ligera cual pluma llevada por el viento, surcó las etéreas sendas que el tiempo y el espacio no abarcan, hasta llegar al lugar donde habita aquel que encierra el Ser. Cómo describir la tierra celestial con palabras, si estas no bastan para decir todo lo que hay detrás de un grano de arena, sea suficiente con decir que era el sitio más hermoso de todos. El alma, cuya vista al dejar el cuerpo había sido reestablecida, vio acercarse lentamente una figura humana. Vestía una túnica blanca como la nieve, era de baja estatura, con rasgos judíos, y en las manos, y en los pies, tenía sendas llagas. Borges, anonadado no entendía donde se encontraba, y viendo ya, que el hombre de blanco, cerca estaba, le preguntó_ Disculpe señor_ con trémula voz_ ¿Donde estoy? El otro con voz tranquila le respondió_ Esto es lo que en la tierra denominan paraíso. Borges incrédulo volvió a inquirir_ Si esto es el paraíso ¿Donde está Dios? El otro con una cándida sonrisa _ ¿Acaso no lo estas viendo? Borges se sobresaltó ante tal blasfematoria respuesta, se decía a si mismo "¿Cómo este judío de carne y hueso puede ser Dios?" El otro que todo lo sabe, todo lo entiende, que conoce el corazón, le dijo_ ¿Qué esperabas ver?¿Acaso una esfera infinita cuyo centro está en todas partes y su circunsferencia en ninguna? ¿Una palabra que es todas las palabras? ¿Un libro infinito circular? ¿Un punto sin antes y después? ¿O acaso pensabas ver dioses que se sueñan hasta el infinito? Borges no podía creer lo que estaba escuchando, el creador del universo, el antes de todo tiempo, el omnipotente, el todopoderoso, era un hombre, un judío nacido dos milenios atrás. Luego, el vano escritor, le dijo llorando_ Señor ¿Por qué dejaste que fuera tan infeliz? ¿Por qué no te mostraste nunca en mi vida? ¿Por qué no me diste alguna señal de tu divina presencia? ¿Por qué fuiste tan oscuro para mi? Y Jesus le dijo_ Borges, Borges, cuando caminabas por los arrabales de Buenos Aires y viste a aquella macilenta mujer tendida sobre unas escalinatas, suplicando una mirada, una charla, un abrazo, ahí estaba YO.

Abrió los ojos Borges y se dio cuenta de que había soñado o mejor dicho de que había tenido una pesadilla. Se levantó, abrió la ventana, miró la desolada calle , pensó en el vacío, en el infinito, en la nada, y se dijo "No, Dios no puede ser eso".

2018 Oct 11

Quiplato
Desde 2016 Oct 18

Conoce más del autor de "Borges y Dios.(Relato corto)"