BARCO DE CRISTAL

¡Barco de cristal! He viajado tanto para verte zarpar…
Heme aquí, estoy dentro de un mundo onírico
Del cual no fue tan fácil llegar.
He preferido viajar de tan lejos y poderte contemplar,
Pero tuve que acudir al Altísimo, que en forma de anciano
En una nube grisácea me trasladó a este lugar.

Cansado de lo hostil que es la humanidad
Es ahí que decidí escapar; no de mi realidad
Sino de una pesadilla que no acabaría jamás.

El odio, la apostasía y la maldad
Gobiernan la tierra que el Creador entregó a Adán,
Sin embargo, de una serpiente su varona se dejó engañar.

¡Barco de cristal! No dejes de navegar por el viejo océano
Donde el viento ruge con una voz estruendosa
Tomando la forma de huracán se convierte en el destructor
De las almas pecaminosas, cuyos destinos son el abismo,
Un inframundo sin salida. Nadie puede escapar
De los demonios, súbditos de Satanás.

Los muertos condenados no descansarán en paz,
Su castigo es arder bajo las celdas de fuego;
Llamas ardientes del propio infierno
Sin opción al perdón, ahí el odio es contra Dios.

¡Barco de cristal! No te dejo de observar…
Miro hacia el cielo rojizo y camino sobre el mar
Tal como lo hizo Jesucristo en plena tempestad.
Hay de aquellos que su fe sea endeble
El devorador los aniquilará.
Aquí estaré disfrutando de la soledad.