Árbol

Árbol generoso que presta sus ramas a tiernas avecillas
consecuencia de arduo trabajo, pero olvidado.
Cuenta los engaños futuros del joven de rencillas,
que librará en un mudo marchitado.

El secreto de la tormenta se dice en sus gotas,
que nutren y calman la soledad del árbol servidor,
quien ofrece humilde sus frutos malogrados
recogidos por dignos que se abrigan del rencor.

M

ientras, domingo le da la espalda a la resaca,
los vientos ya acompañan el sudor.
La calle sigue rodando bella, anárquica
y la estación no encuentra al árbol cumplidor.