AQUELLOS GEMIDOS.


Aquellos gemidos se elevaron,
como sueños abrazados
en la profundidad de los mares,
tibias noches veían fluir en la penumbras
las rutilantes estrellas,
m
al ver renacer un nuevo y apasionado día.
Breves lapsos de tiempo,
rememoraron los sublimes recuerdos
de unos besos nocturnos que se durmieron,
en unos labios ardientes y apasionados
en una dulce noche bajo un delirio encantador.
Tierno corazón que no sabe decir adiós,
pasión insaciable estremecida por la lujuria
de un gran amor impetuoso y muy intenso,
soledad llena de secretos ajenos muy alucinantes
que con ansiedad claman caricias.
Llanto de luna que acompaña los ardientes deseos,
de un amor tan profundo que se negó a morir
porque un dulce canto matizaba
un sublime susurro que hechizaba los oídos
bajo una encendida fogata que hacía estremecer,
una dulce voz que permanecía cautiva
arrinconada por la intensa pasión,
de un abrazo invisible
que se robó la inocencia cuando unos suspiros,
esparcieron el polvo de unas cenizas
testigos fiel de que allí hubo un fuego abrazador.
BARQUISIMETO VENEZUELA 05/11/2016.
AUTOR: ADJUNTA OMAR.
RESERVADOS LOS DERECHOS.
P/879.
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